Marida tu cena con..¡Tequila!

Se acerca el fin de semana y no sé tú, pero yo casi siempre tengo una cena familiar o cena de amigos en la que el vino no puede faltar; sin embargo hace unos días descubrí que ¡El tequila también puede acompañar tu cena! 

¿Cómo? Bueno te cuento un poquito más de mi experiencia; la semana mis amigos de Tequila Álamos me invitaron a degustar una cena en Garum acompañada toda la noche con tequila: desde la entrada hasta el postre y fue delicioso. Así que si quieres variarle un poco a tu cena te voy a decir cómo combinarlo y romper esa idea de que el tequila sólo es para los valientes y después de cenar.

Tequila Blanco: 

El tequila blanco al ser el más joven, es muy fresco, con notas cítricas y como se envasa poco después de ser destilado, es ideal para acompañar platillos como mariscos u ensaladas. En mi caso yo lo probé con una tostada de atún marinado y  el postre que fue una piña colada a base de cremosos de coco con granizado de tequila y piña caramelizada deli!! 

Tequila reposado: 
Este tipo de tequila se deja reposar por más de dos meses en barriles de roble pero no más de un año, lo que le da ese sabor tan característico amaderado, acentuando más el alcohol del tequila. Este es recomendado por sus notas con un cremoso de erizo. 

Tequila Añejo: 
Este es el más denso de todos los tequilas: su sabor es más concentrado porque se deja madurar en las barricas de 3 años en adelante, lo que acentua el sabor de la madera pero las notas son más acarameladas. Por lo mismo yo te recomendaría que lo acompañarás con cortes de carnes, moles o sabores dulces. Yo lo probé con una Crema de almedra tibia y una cola de res acompañada con plátano macho. 

Yo te recomiendo que, si eres la clásica que pide su margarita, te arriesgues a probar el tequila como bebida para acompañar tu comida, este acentuará más los ingredientes de tus platillos y harán que ¡vivas una experiencia única!
Yo lo hice con los tequilas de Hacienda Álamos que además de estar deliciosos, me encantaron porque es tequila orgánico: o sea, sus cultivos de agave están limpios de insecticidas, herbicidas o fertilizantes químicos.